Las abejas son las encargadas de polinizar más del 80% de plantas y cultivos en el mundo, sólo el 20% se dedica a la producción de miel (Apis mellifera L.). Las abejas son un éxito biológico como organismos, pues se han adaptado a los diferentes ecosistemas, se han aclimatado a diversas regiones, son resistentes a enfermedades y tienen altas poblaciones. Los productos que desarrollan las abejas son principalmente, miel, cera, propóleo y jalea real. Pueden procesar además, polen y propóleo, cabe mencionar que el propóleo es un antibiótico natural para aquellos padecimientos respiratorios, ayuda a combatir hongos, virus, bacterias, destacándose también, como una complemento alimenticio.

La labor esencial de las abejas es polinizar, sin embargo, la producción de miel es una actividad secundaria de algunas especies, pues no todas la elaboran. El efecto polinizador de las abejas sobre los cultivos involucra que las especies vegetales puedan perpetuarse a lo largo del tiempo y que la polinización logre que los cultivos sean altamente productivos.

La apicultura es una actividad agropecuaria que puede desarrollarse casi en cualquier parte, es una actividad dedicada al cultivo y a la crianza de las abejas y a prestar cuidados necesarios con el objetivo de preservar a estos insectos y la interacción con las muchísimas especies vegetales que polinizan. De la misma forma, la apicultura busca obtener y consumir los diversos productos que recolectan y elaboran. También es de suma importancia preservar las comunidades de abejas mediante colmenas, de esta actividad económica dependen muchas familias que se dedican a la producción de miel y otros derivados, la red está basada en pequeños productores, pero en sí, son miles de pequeños productores.

Las abejas son las encargadas de polinizar más del 80% de plantas y cultivos en el mundo, sólo el 20% se dedica a la producción de miel (Apis mellifera L.). Las abejas son un éxito biológico como organismos, pues se han adaptado a los diferentes ecosistemas, se han aclimatado a diversas regiones, son resistentes a enfermedades y tienen altas poblaciones. Los productos que desarrollan las abejas son principalmente, miel, cera, propóleo y jalea real. Pueden procesar además, polen y propóleo, cabe mencionar que el propóleo es un antibiótico natural para aquellos padecimientos respiratorios, ayuda a combatir hongos, virus, bacterias, destacándose también, como una complemento alimenticio.

La labor esencial de las abejas es polinizar, sin embargo, la producción de miel es una actividad secundaria de algunas especies, pues no todas la elaboran. El efecto polinizador de las abejas sobre los cultivos involucra que las especies vegetales puedan perpetuarse a lo largo del tiempo y que la polinización logre que los cultivos sean altamente productivos.

La apicultura es una actividad agropecuaria que puede desarrollarse casi en cualquier parte, es una actividad dedicada al cultivo y a la crianza de las abejas y a prestar cuidados necesarios con el objetivo de preservar a estos insectos y la interacción con las muchísimas especies vegetales que polinizan. De la misma forma, la apicultura busca obtener y consumir los diversos productos que recolectan y elaboran. También es de suma importancia preservar las comunidades de abejas mediante colmenas, de esta actividad económica dependen muchas familias que se dedican a la producción de miel y otros derivados, la red está basada en pequeños productores, pero en sí, son miles de pequeños productores.